Hoy quiero compartir contigo mi carta. Por favor, no te escandalices con la franqueza con que le escribo a Dios, pues una cosa he aprendido: él es más grande de lo que puedo pensar y, por eso, le puedo hablar con absoluta sinceridad. Hasta le agrada que tome el tiempo para presentarle todo lo que llevo en mi vida, pues él mismo nos ha invitado a llevarle todo en oración. Entonces, aquí está mi carta.
Brisa Andina 
Cuántas veces escribimos pensando y cerrados en nuestros duros sentimientos y sólo pensando en nosotros, si es cierto que el cáncer no tiene cura conocida , sabemos que se activa con las penas profundas,me confunde saber que somos todos propensos a su activación y que,como toda enfermedad dolorosa y mortal ,su tratamiento no da tregua ..necesitamos tomar conciencia que somos parte de la misma luz y de la creación, como un todo..qué más hay que hacer para que abramos los ojos y aceptemos esta realidad? Escribir cartas a Dios es poner en sintonía nuestra alma con la fuente de la que venimos ,es conectarnos con nuestro YO interior y comenzar a sanar , para nosotros o para la humanidad , gracias por recordarnos de donde venimos y para donde inevitablemente iremos ..el cómo depende de cada uno . Gracias y un abrazo de mucha luz para todos esos guerreros y sus familias que nos muestran con su ejemplo que sí se puede .
Gracias,
Claudia
Gracias Claudia por tus palabras y por visitar y compartir mi blog. Ciertamente Ante la enfermedad a veces nos desesperamos y nos confundimos, pero, si dejamos todo en las manos de Dios, podemos vivir con alegría e intensidad lo poco o mucho que nos reste de vida, porque cada minuto es precioso y Dios jamás nos abandonará.
Gracias , gracias y gracias !!!
Reblogueó esto en ccontador2002.