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«El que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los Cielos»

Evangelio según San Mateo 18,1-5.10.12-14.
En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: «¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?».
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: «Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos.
El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo.
Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial.
¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron.
De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños.
2013-12-26 Niños
De nuevo han comenzado los cotidianos días grises. Pasaron los instantes solemnes de mis votos perpetuos, pero esta gracia de Dios tan grande permanece en mi alma. Siento que soy toda de Dios, sé que soy su hija, siento que soy toda entera propiedad de Dios. Experimento eso incluso de manera física y sensible. En todo estoy completamente tranquila porque sé que pensar en mí es asunto del Esposo. Me olvido completamente de mí misma.
Mi confianza en su misericordiosísimo Corazón no tiene límites. Estoy continuamente unida a él. Me doy cuenta que es como si Jesús no pudiera ser feliz sin mí, ni yo sin él. Sin embargo comprendo muy bien que siendo él Dios es feliz en sí mismo, y que para su felicidad no tiene absolutamente ninguna necesidad de ninguna criatura, pero es su bondad que le fuerza a darse a su criatura, y esto con una inconcebible generosidad.
Santa Faustina Kowalska.
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LA COMUNICACIÓN HACE MILAGROS!!

Dios hace milagros a través de la comunicación, derrumbando y despedazando murallas y fronteras, rompiendo barreras y obstáculos que los hombres han impuesto y que van en contra de Su voluntad. Escuche el siguiente relato que describe uno de esos milagros que realiza Dios por medio de la comunicación.

pareja

Un hombre profesional en el ramo de la ingeniería fue enviado a trabajar en una zona rural muy pobre, poblada de indígenas. A él y a otros profesionales les encargaron estudiar las condiciones existentes en esa área para construir posteriormente un acueducto en aquella zona y se preveía que la construcción tomaría bastante tiempo. El y otros ingenieros y profesionales calcularon que tendrían que pasar por lo menos dos años y medio en esas tierras, por lo que alquilaron unas casas sencillas para traer a sus familias. A los niños los pusieron en la escuela del pueblo más cercano.

Algunos de ellos no aguantaron las condiciones en ese lugar y se fueron porque extrañaban el ambiente de ciudad, hablar con personas similares a ellos y tantas otras cosas. El hombre de nuestro cuento se quedó con su esposa e hijos por razones económicas, además de que le interesaba mucho el proyecto.

Por muchos meses, la esposa se mantuvo alejada de los indígenas y no se comunicaba con ellos porque los encontraba sucios, ignorantes y atrasados. Un día salió a caminar, vio a una indígena tejiendo, se interesó por el trabajo que estaba haciendo, le pidió que le enseñara a tejer como ella y poco a poco fue aprendiendo. Mas en ese proceso descubrió algo mucho más importante que el tejido. Aprendió que esa mujer indígena poseía cosas maravillosas, como sabiduría, serenidad, fortaleza, humildad y una gran paz. Gracias a ella, la señora empezó a comunicarse con otros habitantes del pueblo y también aprendió mucho por su trato con ellos. Adquirió una nueva filosofía de la vida a través de la sencillez, paz y alegría de esas personas.

La comunicación hizo el milagro de descubrir un mundo nuevo y maravilloso que la enriqueció humanamente. Después no quería irse de ese lugar y cuando al fin tuvo que hacerlo se llevó muchos de los tejidos hechos por los indígenas. De vuelta en su ciudad, puso un negocio y los indígenas de aquel pueblo mejoraron económicamente porque ella se encargó de vender sus productos en la ciudad.

La comunicación rompe fronteras y permite descubrir que el ser humano es realmente maravilloso. Detrás de las diferentes fronteras aparece siempre el ser humano y cada persona es maravillosa porque Dios la hizo a Su imagen y semejanza.

Otro milagro de comunicación fue el caso de un matrimonio que iba camino a la ruina. Entre los cónyuges había una gran desconfianza y aislamiento, así como mucho rencor y resentimiento. Eran dos extraños viviendo bajo un mismo techo pero en dos mundos muy alejados. Afortunadamente, decidieron buscar ayuda profesional.

El gran secreto del psicólogo fue tratar de hacerles entrar en comunicación. Pero, ¿cómo podía hacer eso, si esa pareja llevaba casi tres años sin hablar más que lo indispensable? El psicólogo les pidió, por separado, que recordaran y escribieran hechos bonitos, graciosos y agradables de su pasado juntos. En la próxima sesión cada uno debía leer lo que había escrito delante de él y de su cónyuge.

El gran milagro se realizó: cuando uno de los cónyuges contaba algo, el otro aprovechaba para añadir algunos detalles de aquel suceso que habían experimentado juntos en su matrimonio. Poco a poco, empezaron a oírse risas y hasta carcajadas, se empezó a desarrollar un diálogo y comenzó la reconciliación porque ambos lograron comunicarse.

Después de este ejercicio de recordar hechos ocurridos, especialmente en los primeros años de matrimonio, el psicólogo les fue enseñando otras técnicas de comunicación. Actualmente es una pareja maravillosa, cuyo gran problema era simplemente una falta de comunicación.

Esta pareja contaba después que su problema se inició cuando fueron cayendo en la monotonía de la rutina y perdiendo el deseo de comunicarse. Preferían contar sus anécdotas amenas y divertidas a otros. Después de la terapia, descubrieron que la primera persona que merece escuchar y compartir estas cosas es el cónyuge. También descubrieron que los esposos pueden pasar momentos increíblemente agradables compartiendo experiencias y recordando sucesos. Cuando descubrieron esto, sus vidas cambiaron.

Si usted tiene problemas relacionándose con otras personas, recuerde que la comunicación hace milagros. Aprenda a comunicarse efectivamente.

Había un joven que odiaba a su papá cada día más y además de no perdonarle las cosas que hacía mal, agrandaba los hechos terriblemente. El joven contó su problema a un sacerdote, quien conocía la historia del padre del muchacho. El sacerdote se dio cuenta que el muchacho no conocía muchas cosas de la historia y el pasado de su padre y los reunió a los dos. Durante la reunión, le dijo al papá que contara lo que le había sucedido durante los primeros años de su matrimonio.

El padre, que nunca quiso contar esto, empezó a decir que antes de casarse, él y su esposa habían tenido una situación económica más o menos holgada y lograron comprar una casita muy hermosa. A los tres meses de haberse casado, en la empresa donde él trabajaba lo acusaron de un robo que no había cometido. Por esa vil calumnia, lo metieron preso estando la esposa embarazada. Pasó tres años en la cárcel antes de que lo dejaran libre. En el tiempo que estuvo detenido, la esposa tuvo que sacrificarse tremendamente, lavando y planchando ropa ajena, ya que además sus papás la habían marginado creyendo que el esposo era un ladrón. En la cárcel le permitieron trabajar y, aunque ganaba muy poquito, todo lo mandaba a su familia. El llegó a vender hasta sus zapatos y pasar un tiempo descalzo en la cárcel para que su hijo, acabado de nacer, pudiera comer.

El señor contó todo lo que había pasado a su hijo, que no sabía nada de esto. El muchacho se asombró y lloró frente a su papá, pidiéndole perdón. La comunicación hizo el milagro. El hijo comprendió que si su papá tenía mal genio, si era algunas veces nervioso y hasta neurótico, era por la experiencia terrible que tuvo que pasar en esos años.

Hace varios siglos, los misioneros empezaron a romper las fronteras culturales y raciales en América. Aprendieron las lenguas de los indígenas y les enseñaron a hablar castellano. Así fue como los misioneros pudieron enseñar la religión cristiana. Hoy día, en América Latina casi todos hablan una misma lengua y las culturas son muy parecidas.

A través de los medios de comunicación social se ha abierto y ampliado el mundo, convirtiéndose en un lugar pequeño y familiar. La radio, prensa y televisión acercan a millones de hombres y mujeres de todas las latitudes del mundo y hacen maravillas cuando son bien utilizadas.

La comunicación puede hacer de usted una persona más humana, plena, completa, realizada y feliz. Si usted se convierte en una persona más abierta y comunicativa, promoviendo el diálogo en su familia, empresa y comunidad, las cosas seguramente cambiarán. La comunicación franca, sincera, cálida y llena de amor hace milagros rompiendo fronteras, derrumbando barreras y torres de babel que muchas veces crean los seres humanos en el mundo. El milagro de la comunicación ha ocurrido en matrimonios, familias y comunidades cristianas. Cuando se abren los corazones y hay comunicación sincera y profunda, sin miedo al rechazo, ocurren cambios que permiten descubrir cualidades increíbles en las personas. La comunicación hace a la persona mucho más humana.

       Autor: Mons. Rómulo Emiliani, c.m.f.

       Sitio Web: Un mensaje al corazón